Llevo navegando desde 1989, he navegado solo y con tripulaciones muy diversas, desde gente que no había subido nunca a un velero, hasta profesionales de los que he aprendido mucho.

Participé en varias regatas de vela clásica y me di cuenta de que una regata es una gran herramienta de aprendizaje. En ella se desarrollan una serie de habilidades que en la navegación de crucero no son tan necesarias. De ahí nació la idea de formar un equipo más o menos estable de regata.

Llevamos dos años participando de manera habitual en la Liga de Regata de Crucero que organiza el Club de Vela de Badalona (CVB) y en otras regatas puntuales como la “Badalona²”, la “Equinocci” y algunas de altura, como “la Ruta de la Sal” o la “Ophiusa”.

No buscamos el protagonismo individual, sino formar un equipo cohesionado, implicado y comprometido, donde todos podamos tomar decisiones en un momento dado sobre la táctica a seguir y donde todos podamos hacer de todo. Esto nos diferencia de la mayoría de los demás equipos, en los cuales la persona que lleva el timón es siempre la misma y la que hace banda también. En nuestro caso no es así; cada día, en cada regata, en cada boya, se hace rotación de puestos, de manera que en cada una de las pruebas, harás de todo. Si ganamos o perdemos, la responsabilidad es del equipo.